3. El
último paso sería realizar un automasaje para dejar limpiar nuestros
meridianos, que la energía fluya naturalmente, para sentirnos bien y relajados.
-. Para
ello pueden, frotar las palmas de las manos hasta calentarlas entre sí. Luego
realizar fricciones con las palmas desde la frente a la mandíbula inferior,
para luego ascender por la parte interna, hasta terminar en la frente. Después
realizar fricciones entre la punta exterior de los ojos hasta la parte
posterior de las orejas. Los movimientos deben ser suaves y uniformes. Se debe
repetir de treinta a cien veces por sesión.
-. Realizar
percusiones en forma circular con la yema del dedo medio y anular alrededor de
la cavidad de los ojos. Repetir unas diez veces.
-.
Entrelazar las manos, llevarlas a la parte posterior del cuello y con ambos
pulgares simultáneamente realizar amasamientos circulares sobre los músculos
erectores del cuello. Repetir de cinco a diez veces.
-. Realizar
amasamiento sobre la zona de trapecios; con la mano derecha se trabaja el
trapecio izquierdo, mientras la mano izquierda sostiene el codo derecho.
Repetir unas diez veces, luego cambiar al otro lado.
-. Realizar
fricciones con los puños en forma de martillo sobre la zona renal hasta
calentar la cintura.
-. Por
último pueden realizar nuevamente el ejercicio respiratorio descrito
inicialmente en este tópico.
Si
quieres conocer esta rutina de automasajes más completa visita la página Automasajes
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